El pasado mes de Diciembre, el
patriarca del Soul finalmente colgó los botines de ante azul y diamantina. Con su muerte, James Brown accedió a un status
que le sienta bien a su condición de genio: el de Leyenda.
Por más de 40 años la figura
emblemática del Funk y de buena parte de
la cultura Afro Americana desairó las fórmulas de aplicación al Afore y retiro
voluntario al compás de: "¡I Feel Good! ". A diferencia de los
músicos de su generación, James Brown jamás precisó ser añorado debido a que se
mantuvo en activo hasta el final de sus días.
"El Padrino
del Soul" fue el prototipo del Showman: Carismático, explosivo y con una
energía en constante ebullición capaz de poner a bailar a cualquier audiencia.
La clase que desparramaba al moverse sobre el escenario le valió el apelativo
de "Mr. Dynamite", un sobrenombre bastante acertado para un
tipo que, en sus buenos tiempos, haría palidecer a cualquier contorsionista del
Cirque du Soleil.
El creador de "Sex Machine"
era ante todo una presencia incendiaria. No es casual que su primer gran éxito
fuera un disco en vivo: "Live at the Apollo" (grabado en el
Apollo Theater de Harlem en 1963) considerado por muchos como el mejor disco en
vivo de todos los tiempos.
Sería difícil cuantificar el aporte
de "El Padrino" como precursor de un éstilo musical debido a
que él era su propio género. Su música (mezcla de gospel, instrumentación de
metales y bases rítmicas Afroamericanas) involuntariamente colocó los cimientos
de ritmos que años mas tarde
conoceríamos como Soul, Funk , Hip Hop y Rythm & Blues. Sin su influencia
sería difícil concebir a músicos de la talla de Stevie Wonder, Prince o Michael
Jackson. Incluso en agrupaciones fundamentalmente blancas como Jamiroquai o The
Brand New Heavies, la influencia de Brown persiste como un indeleble tinte
marrón resistente a cualquier blanqueador.
En el Rock, bandas como The Red Hot
Chilli Peppers construyeron sus primeros álbums a partir de su teoría rítmica
de que no hace falta que todos los instrumentos toquen al mismo tiempo. En sus
shows, Brown solía reservar un momento estelar para cada uno de los 15 músicos
y coristas que integraban su banda brillaran.
Bajo los ardientes reflectores de la
escena musical, el sudoroso rostro de James Brown jamás dejó de exaltar sus
origenes: "Say It Loud, Im Black and I'm Proud". Orgulloso
portavoz de la comunidad negra, Brown dedicó su vida a reivindicar el aporte de
la cultura Afroamericana en la música occidental, pero no fue hasta 1986 con su
inserción al Salón de la Fama del Rock and Roll que su música comenzó a
revalorarse.
Como cualquier genio, Brown batalló
toda su vida con sus demonios internos.
Siempre controversial, se vio inmiscuido
en un catálogo de escándalos que alimentaron los tabloides; ya sea por huir
alcoholizado de la policía, consumir drogas, portar armas de fuego o golpear a
su esposa. Motivos no faltaron para que en más de una ocasión "El
hombre mas trabajador de la industria del Espectáculo" se viera
obligado a tomar "vacaciones"
en alguna cárcel o centro de rehabilitación.
En la frívola industria musical que
no conoce castigo peor que el olvido, Brown permaneció vigente gracias a su
asombrosa capacidad de envejecer vigorosamente. La verdad sea dicha, "El
Padrino" fue tan activo en el mundo de la música como en el del cine, sus
innumerables apariciones en la pantalla grande así lo documentan, entre ellas
destaca el cortometraje de 2002 "Beat The Devil" de Tony Parker, en donde se relata una de las
leyendas urbanas asociadas a la inagotable vitalidad del Patriarca Funky:
su pacto con el Diablo.
En el cortometraje de 10 minutos,
Brown discute un añejo contrato con el mismísimo Satanás. El pacto que le
otorgaba fama y fortuna a cambio de su alma, termina resolviéndose con una
inusual carrera de autos.
No es casual sospechar que una
vitalidad capaz de producir más de 119 sencillos y unos 50 discos de estudio
tenga orígenes malignos. Tampoco lo es el hecho de que temas como: "I got
you (I feel good)", "Cold sweat:, "Get up (I feel like being a)
sex machine", "Please, please, please" o "Try Me"
formen parte de nuestras vida gracias a sus narcóticos ritmos.
Con la determinación como principal
valuarte, Brown logró superar una infancia miserable e incontables momentos de
debacle para construir una sólida carrera y un emporio comercial con emisoras
de radio y su propia disquera. A su muerte, acaecida el pasado 25 de Diciembre
a los 73 años de edad por complicaciones respiratorias, James Brown no dejó mas
opción a sus devotas huestes que la canonización en automático.
63 años después de su mítica noche en
el Teatro Apollo de Harlem, el padrino del Soul comenzó su gira final. Emulando
los milagros del Sid campeador, logró convocar a más de ocho mil fieles devotos
en un funeral público en la Arena James Brown de su natal Augusta, Georgia.
El padrino ha dejado el plano
terrenal para ocupar el lugar que le corresponde en el Partenón de los dioses
del Rock and Roll. Su obra perdurará entre los hombres gracias a que en ella se
magnífica el ritmo de la vida.
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¡qué hermoso artículo!
En verdad me gustó mucho. Felicidades!