GOLDFRAPP
"Seventh Tree"
"Seventh Tree"
Por Pedro Escobar
Hay algo en lo que los instructores de yoga y los periodistas musicales están de acuerdo: no hay nada mejor para aliviar las tensiones del cuerpo y recuperar la armonía emocional que caminar con los pies bien plantados sobre la tierra.
Tras dar vida al monstruo comercial llamado Supernature, Alison Goldfrapp y Will Gregory dejaron de lado el glamour y los zapatos de baile para caminar descalzos sobre los jardines de su estudio privado en Somerset, Inglaterra, mientras daban forma a su más reciente creación: Seventh Tree; un álbum que según ellos “Representa la contraparte sensual del glamour y brillo de Supernature”.
Esta vez, el dúo creó un disco con tintes folk que guardara claras referencias con su aclamado debut Felt Mountain (2000), un material plagado de orquestaciones delirantes sobre las que la hipnótica voz de Alison daba el toque final a piezas como “Utopia”, sencillo que los dio a conocer y que de inmediato provocó comparaciones con Portishead y Massive Attack.
Su autodenominado electroclash evolucionó hacia las atmósferas dance que materializaron Black Cherry (2003), que llevó los beats experimentales hacia las pistas de baile con canciones como “Train” y “Twist”, que de inmediato confirmaron la eficacia de la nueva fórmula en el gusto del público. Paralelamente, la belleza terrenal de la rubia se convirtió en la imagen arquetípica de la banda, creando un personaje de femme fatale que remitía a los años oscuros en los que Alison enfrentó una adicción al alcohol y la marihuana, antes de conocer al compositor Will Gregory en la Universidad de Artes de Middlesex, Inglaterra.
Goldfrapp logró combinar lo mejor de sus dos producciones previas al editar el exitoso Supernature, que logró superar el millón de copias vendidas gracias a un sonido plagado de sintetizadores y bases rítmicas que catapultaron al dúo a la primera división comercial. Las composiciones de Gregory mejoraron y la voz de la rubia se perfeccionó en canciones como “Oh la la”, “White horse” y “Number one”, que se convirtieron en clásicos instantáneos al colocarse en las listas de popularidad de Estados Unidos e Inglaterra.
Tras el vendaval de ventas que representó ese disco, la critica especializada vaticinó un suicidio comercial en la carrera del dúo, debido al corte “Slow tempo”, del nuevo álbum Seventh Tree. Lo cierto es que este cambio de dirección obedece a una premisa básica que el grupo siempre se ha planteado: el nuevo álbum será polémico o simplemente no será.
A diferencia de discos anteriores, éste no abre con un torrente de teclados y percusiones, sino con la voz desnuda de Alison, cantando más sensual que nunca y acompañada solo por un par de guitarras acústicas y una finísima orquestación.
En el video del sencillo “A&E”, Alison aparece vistiendo un sencillo camisón blanco, mientras canta en medio de un bosque que progresivamente va cobrando vida.
Es curioso que a finales de una década dominada por la exploración electrónica, Goldfrapp decida circular en contrasentido al resto de la industria con un disco de corte folk.
Lo que es un hecho es que estos ingleses han dejado de interesarse en el éxito comercial, en función de recobrar su autenticidad musical.
Tras dar vida al monstruo comercial llamado Supernature, Alison Goldfrapp y Will Gregory dejaron de lado el glamour y los zapatos de baile para caminar descalzos sobre los jardines de su estudio privado en Somerset, Inglaterra, mientras daban forma a su más reciente creación: Seventh Tree; un álbum que según ellos “Representa la contraparte sensual del glamour y brillo de Supernature”.
Esta vez, el dúo creó un disco con tintes folk que guardara claras referencias con su aclamado debut Felt Mountain (2000), un material plagado de orquestaciones delirantes sobre las que la hipnótica voz de Alison daba el toque final a piezas como “Utopia”, sencillo que los dio a conocer y que de inmediato provocó comparaciones con Portishead y Massive Attack.
Su autodenominado electroclash evolucionó hacia las atmósferas dance que materializaron Black Cherry (2003), que llevó los beats experimentales hacia las pistas de baile con canciones como “Train” y “Twist”, que de inmediato confirmaron la eficacia de la nueva fórmula en el gusto del público. Paralelamente, la belleza terrenal de la rubia se convirtió en la imagen arquetípica de la banda, creando un personaje de femme fatale que remitía a los años oscuros en los que Alison enfrentó una adicción al alcohol y la marihuana, antes de conocer al compositor Will Gregory en la Universidad de Artes de Middlesex, Inglaterra.
Goldfrapp logró combinar lo mejor de sus dos producciones previas al editar el exitoso Supernature, que logró superar el millón de copias vendidas gracias a un sonido plagado de sintetizadores y bases rítmicas que catapultaron al dúo a la primera división comercial. Las composiciones de Gregory mejoraron y la voz de la rubia se perfeccionó en canciones como “Oh la la”, “White horse” y “Number one”, que se convirtieron en clásicos instantáneos al colocarse en las listas de popularidad de Estados Unidos e Inglaterra.
Tras el vendaval de ventas que representó ese disco, la critica especializada vaticinó un suicidio comercial en la carrera del dúo, debido al corte “Slow tempo”, del nuevo álbum Seventh Tree. Lo cierto es que este cambio de dirección obedece a una premisa básica que el grupo siempre se ha planteado: el nuevo álbum será polémico o simplemente no será.
A diferencia de discos anteriores, éste no abre con un torrente de teclados y percusiones, sino con la voz desnuda de Alison, cantando más sensual que nunca y acompañada solo por un par de guitarras acústicas y una finísima orquestación.
En el video del sencillo “A&E”, Alison aparece vistiendo un sencillo camisón blanco, mientras canta en medio de un bosque que progresivamente va cobrando vida.
Es curioso que a finales de una década dominada por la exploración electrónica, Goldfrapp decida circular en contrasentido al resto de la industria con un disco de corte folk.
Lo que es un hecho es que estos ingleses han dejado de interesarse en el éxito comercial, en función de recobrar su autenticidad musical.
Goldfrapp
"Seventh Tree"
Mute Records
2008
Mute Records
2008
Labels: Artículos