Thursday, November 13, 2008,8:50 AM
Travis: Para Tristear con estilo



Travis
Para Tristear con estilo

Ode to J. Smith, su nuevo disco

Por Pedro Escobar

Artículo publicado en el número de Noviembre 2008
de la revista Círculo Mix Up

Un mexicano que consume Whiskey escocés y es aficionado al brit pop es -entre otras cosas- una versión sofisticada de los masoquistas que ahogan sus penas en Tequila mientras escuchan a José Alfredo Jiménez.

A los mexicanos nos encanta el drama y sufrir a manos llenas bajo el entendido de que por cada viernes de crucifixión habrá un sábado de gloria. Tal vez por esa razón, la banda que ganó fama gracias a una canción que lamentaba que una nubecita se posara eternamente sobre sus cabezas (¡hola emos!) sea tan popular en nuestro país.

Son múltiples nuestras conexiones con los escoceses a la hora de enarbolar pasiones como bien lo apunta el maestro Juan Villoro: “Somos países que nunca hemos tenido un protagonismo internacional y por ello hemos desarrollado el placer de llenar cualquier estadio. Si hubiera un campeonato mundial de aficiones, una final posible sería México-Escocia”.

Ante la imposibilidad de contar con artistas de verdadero prestigio internacional, en México nos conformamos con ser los mas ruidosos, los mas fieles seguidores de las bandas extranjeras. Grupos como Travis lo saben bien, y por ello tienen una especial predilección por el público de nuestro país, que abarrota sus cada vez mas frecuentes visitas.



Travis asume su papel como una banda de perfil medio que se brinda al máximo en sus presentaciones. Si bien su música no cuenta con el virtuosismo lírico de Pulp, o el carisma mediático de Coldplay, tampoco recurre a la soberbia excesiva de Oasis. Lejos de los primeros planos, Travis ha encontrado un nicho de culto a un nivel que les permite estar en contacto con sus fans y ofrecer presentaciones más intimas.

Tal vez ese derroche de humildad haya inspirado a “Ode to J. Smith”, un disco dedicado a personajes tan cotidianos como John Smith, el nombre más común en el Reino Unido. Esta placa, concebida bajo presión y terminada en tiempo récord para sincronizarse con el nacimiento del hijo del bajista Dougie Payne, es la primera que ve la luz de manera independiente con su propio sello “Red Telephone Box”.

A trece años de su formación, la banda lidereada por Fran Healy regresa a sus raíces Indie y retoma el sonido eléctrico de sus primeros años en un disco que promete mas momentos para mover la cabeza y saltar en sus conciertos, pero sin descuidar las fibras sensibles y las temáticas románticas de sus canciones.

En “Ode to J. Smith” hay rock sin azufre, hay sensibilidad pero sin tormentos depresivos, hay dulzura pero sin merengues empalagosos. Hay aquí una banda sin excesos, que demuestra que su autenticidad los mantiene vigentes en una época en la que las carrera musicales son tan cortas debido a la “reinvención” forzada y al eclécticismo barato que exige el éxito mediático.

Travis continua ofreciendo canciones fáciles de escuchar y colmadas del buen rock y la sensibilidad melódica que tanto gusta al público mexicano a la hora de “tristear con estilo”.



Travis
“Ode to J. Smith”
Red Telephone Box
2008


“Ode to J. Smith” es un disco que conecta a Travis con la vertiente eléctrica que caracterizó a sus primeras producciones. Temas como “Something anything” que privilegian el uso de riffs duros y requintos estridentes o “Chinese Blues” que recurre a coros extendidos y guitarras distorsionadas ilustran a la perfección este concepto.

Pero mas allá de un cambio sustancial en su música, el sexto álbum de los hijos predilectos de Glasgow ofrece un recorrido por algunas de su etapas sonoras mas peculiares: desde los ritmos guitarreros con reminiscencias de Oasis de “Long Way Down” o “Quite Free”, hasta temas con el feeling característico de Travis como “Last words” o “Before you were young”, en donde la sensibilidad aflora, hasta acercarse a territorios de Radiohead en temas como “Broken Mirrors”.

Por su parte “Friends” es un buen ejercicio de experimentación en el mood de Steely Dan, mientras que “Get up” ofrece una interesante improvisación vocal de Fran Healy. Eso si, nunguna compite con el brillo de “Something anything” y “Song to self”, canciones que dejan en claro la maestría que Travis ha cultivado a lo largo de los años en la vertiente del brit pop que actualmente dominan.

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posted by drneon
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